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Ejercicio Físico y Salud Mental

Cada vez más sanitarios y profesionales de la educación física están investigando sobre la importancia y la relevancia del ejercicio físico en nuestra salud en general.  En esta ocasión queremos hablaros de cómo influye el ejercicio en el buen funcionamiento de nuestra mente.  Todos aquellos que practiquéis algún tipo de actividad con asiduidad os habréis dado cuenta de lo bien que os sienta moverse un rato.  Nuestros cuerpos están hechos para moverse, nuestro ADN proviene de ancestros que se han tenido que mover mucho más que nosotros para sobrevivir. No tenemos que retroceder mucho en el tiempo para saber que antes la gente iba andando a todos lados, montaban en bici o a caballo, todas las tareas domésticas implicaban más movimiento que ahora y así un sinfín de cosas más.  La cuestión es que en su día a día, el movimiento estaba totalmente integrado, era necesario.  Si retrocedemos a la Edad de Piedra, o si observamos alguna tribu del amazonas actual… el movimiento es totalmente necesario para subsistir, ya que el simple hecho de comer implica tener que ir a buscar la comida.

Llama muchísimo la atención la cantidad de niños y adolescentes que vemos actualmente en consulta con dolores de espalda, cansancio y apatía, dolores de cabeza, mareos…. muchos más que hace diez años.  Algo se nos está escapando de las manos… Aparte de las malísimas posturas que adquirimos todos con los móviles, tablets, ordenadores… se suma el hecho de que nuestros pequeños cada vez se mueven menos… Muchas horas sentados en el cole, luego las tareas, la videoconsola, el móvil, la tele… Nosotros estábamos acostumbrados a pasar algunas horas jugando en la calle o en el parque, era lo más normal o cotidiano… ahora te ves obligado a apuntar a tu hijo a algún tipo de deporte para que se mueva… y lo mejor de todo, le da pereza ir porque lo ve como una obligación más dentro de todo su horario agotador de actividades para ser «el niño perfecto».  Deberíamos reflexionar sobre esto porque la verdad es muy triste.

Por otra parte cada vez nos estamos volviendo más cómodos, cuanto más confort tenemos, más doloridos y quejicas.  Nuestro cuerpo está hecho para moverse, lo necesita, si miramos a nivel microscópico, nuestras células están en constante movimiento, miles de millones de reacciones químicas, eléctricas, físicas están ocurriendo ahora mismo dentro de tí.  Nuestros músculos se desarrollan con el movimiento y se atrofian con el sedentarismo, nuestras fascias se deforman y se vuelven más rígidas con la quietud, eso implica que una actividad cualquiera como estar un rato preparando la comida o barrer sea considerado hoy día una odisea para mucha gente por los dolores que eso les provoca…. Esto a nivel psicológico va creando barreras, nos va haciendo creer que estamos más torpes o más lentos, y casi siempre le echamos la culpa a la edad o a que no tenemos tiempo.

Pero el movimiento no es solo una forma de ganar calidad de vida, según las investigaciones más recientes de psicología y ejercicio, la práctica regular de ejercicio produce muchísimos beneficios en tu mente.

1. Se libera gran cantidad de endorfinas, hormonas que producen una sensación de plenitud y felicidad. Afirman que la práctica de media hora de ejercicio mejora tu humor instantáneamente.

2. Hay estudios que demuestran que alivia los síntomas de depresión y ansiedad, ya que hay un cambio en la liberación de neurotransmisores en nuestras neuronas.

3. Reduce el estrés ya que se segrega noradrenalina, un químico que ayuda a moderar la respuesta del cerebro ante el estrés y a integrarlo de forma positiva en nuestras vidas.

4. Mejora el autoestima, autoconfianza y tus relaciones sociales ya que vas viendo como mejoras día a día, como te sientes más ágil, más activo y con un mejor estado de ánimo.

5. Previene el deterioro cognitivo, disminuye el riesgo de padecer alzheimer o infartos cerebrales.  Esto ocurre por la mejora del movimiento de las sangre por nuestro cuerpo y por la oxigenación que se produce. Por eso mejora nuestra memoria y nuestra capacidad cerebral (neurogénesis).  Hay muchos estudios científicos al respecto.

6. Te ayuda a ser más productivo, a tener más vitalidad y a disfrutar más del día a día, ya que mejora tu capacidad de atención.

7. Es una fantástica ayuda para controlar las adicciones. Cuando hacemos ejercicio nuestro cerebro segrega dopamina (neurotransmisor de la recompensa)

8. Ayuda a conciliar el sueño y a regular los ritmos circadianos, debido al buen funcionamiento del cerebro.

Así que te invito a que observes cuánto y cómo te mueves. Y todo el mundo contestará ahora » Si no paro en todo el día! »  y es cierto….  Pero piénsalo bien, no paras de hacer las mismas tareas repetitivas, con la mente a mil por hora pensando en otras cosas, creando microlesiones en tu cuerpo por las prisas, las malas posturas y por hacer siempre lo mismo y de la misma forma.  El movimiento es aquí y ahora, se decide en este mismo instante… Puedes elegir subir las escaleras o coger el ascensor, puedes elegir ir andando a los sitios, moverte del sofá para coger algo cuando no tienes ganas, puedes adaptar tu lugar de trabajo poniéndote las cosas que más utilices lejos para que te obliguen a levantarte y dar algunos pasos….y, por favor, nunca olvides a su antagonista, la quietud o la relajación.  Igual de importante es moverse que saber «parar y reparar».

Puedes elegir cambiar tu vida, volverte más activo, volver a lo que verdaderamente eres, a tu verdadera naturaleza. Así seguramente estarás más sano y vivirás mejor.

 

 

María Bascón Logroño

Fisioterapeuta col. ICPFA 3903

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